¿Qué protector solar me conviene?

El sol desempeña un papel muy importante en nuestra vida cotidiana. Ayuda a mantener nuestro patrón de sueño y a que nuestro cuerpo produzca vitamina D, que es importante para el funcionamiento de los huesos y la salud de la piel. Pero, como la mayoría de las cosas, sólo es bueno con moderación. Y para los que aman el sol, probablemente les cueste aceptarlo.

Lo cierto es que una exposición excesiva al sol es perjudicial para la piel, por lo que es necesario protegerse de los dañinos rayos ultravioleta del sol. Decidir cuánta y qué tipo de protección necesita depende de muchos factores. Por eso hemos elaborado una guía sencilla para ayudarte a elegir la protección adecuada.

Todo sobre los rayos UV

A la hora de considerar la protección solar, lo mejor es entender de qué se está protegiendo exactamente. Los rayos del sol se componen de rayos UVA y UVB, y ambos pueden causar daños en la piel, pero de forma diferente. Según la Fundación del Cáncer de Piel, los rayos UVB provocan quemaduras solares y desempeñan un papel crucial en la causa del cáncer de piel. Mientras que los rayos UVA son los responsables de ese bronceado brillante que buscas, también causan estragos en tu piel provocando daños a través del envejecimiento y las arrugas.

El FPS de un protector solar se refiere a la protección que ofrece frente a los rayos UVB del sol. Así que probablemente se pregunte: "¿Y la radiación UVA?". Ahí es donde entra en juego la protección de amplio espectro. Los protectores solares con protección de amplio espectro hacen todo lo posible por bloquear todo el espectro de rayos UV emitidos por el sol, lo cual es especialmente importante si se tiene en cuenta el daño que causan los rayos UVB y los rayos UVA.

Ahora que entiendes de qué te estás protegiendo, vamos a profundizar en el conjunto de los FPS para que puedas entender mejor qué número de FPS es el adecuado para ti.

La luz de los FPS

No todos los FPS tienen el mismo tratamiento. Así que, antes de preguntarse qué FPS debe utilizar, hablemos de lo que es el FPS. La primera cuestión a tener en cuenta es: ¿qué significa FPS? FPS es la abreviatura de "factor de protección solar", que indica la eficacia de un protector solar frente a la de no utilizarlo. Los protectores solares tienen muchos valores de FPS diferentes, desde 4 hasta 110.

Entender este valor y lo que significan estos números es esencial para elegir el FPS adecuado. Según MadeSafe.org, el FPS 15 bloquea el 93% de los rayos UVB, el FPS 30 bloquea el 97% de los rayos UVB, el FPS 50 bloquea el 98% de los rayos UVB y el FPS 100 bloquea el 99% de los rayos UVB, pero ningún protector solar bloquea el 100%. Esto tampoco significa que un número de FPS más alto proporcione una mayor protección contra los rayos UV. Lo sé, prometimos que esta iba a ser una guía fácil, pero tened paciencia, esta parte es importante: tanto el FPS 30 como el FPS 80 duran lo mismo, sólo ofrecen diferentes grados de protección dentro de ese marco de tiempo. Por eso, preguntas como cuándo, cuánto y con qué frecuencia te aplicas el protector solar son clave.

Entonces, ¿cuánto es suficiente protector solar?

Gran pregunta. La respuesta es: depende. Para exponerse al sol de forma segura, recomendamos seguir las instrucciones de su producto de protección solar; sin embargo, hay algunas reglas estrictas que se aplican a las buenas prácticas de cuidado de la piel.

Según Consumer Reports, una buena regla general a la hora de aplicarse crema solar es "una cucharadita por cada parte del cuerpo" de piel expuesta. Nadie espera que lleves a la playa tu juego de repostería para asegurarte de que estás aplicando la cantidad adecuada, pero no estaría de más que midieras una cucharadita de protector solar en la mano para que te acostumbres a cómo es esa medida.

Aunque es un consejo útil, no tiene en cuenta que la superficie corporal difiere de un individuo a otro. En ese caso, lo mejor es asegurarse de que ningún trozo de piel quede sin tocar. La Fundación del Cáncer de Piel recomienda aplicar el protector solar sobre la piel seca 30 minutos antes de la exposición al sol. De este modo se garantiza que la piel haya absorbido completamente el protector solar para ofrecer la máxima protección contra los daños del sol.

Otro consejo es reaplicar, reaplicar, reaplicar. No podemos insistir lo suficiente en esto. Según la Asociación de la Academia Americana de Dermatología, hay que reaplicar el protector solar cada dos horas o después de nadar o sudar. Lo sabemos, nunca es conveniente interrumpir una partida de Marco Polo para reaplicar la protección solar, pero nos lo agradecerás después cuando no sientas el efecto de las quemaduras solares mientras intentas disfrutar de tus s'mores.

Compruebe su reloj de sol

Por suerte para el planeta Tierra, el sol nunca se toma un día de descanso, pero para nosotros, eso significa que el sol está constantemente emitiendo rayos UV dañinos. Dicho esto, se recomienda usar protección solar todos los días. Pero cuando se pasa tiempo al aire libre, el sol es más fuerte entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde, así que lo mejor es asegurarse de estar especialmente cubierto durante esas horas.

Incluso en los días nublados, hasta el 80% de los dañinos rayos UV del sol pueden penetrar en la piel. Según la Asociación de la Academia Americana de Dermatología, es especialmente importante prestar atención a cosas como la nieve, la arena y el agua, ya que sus propiedades reflectantes pueden aumentar la exposición de la piel a los rayos ultravioleta.

FPS por tipo de piel

Esto nos lleva a la segunda consideración más importante a la hora de elegir un FPS, y es el tipo de piel. Tanto si tu piel es grasa, como oscura o clara, deberás tener en cuenta qué SPF proporciona a tu piel la máxima protección contra los daños del sol.

Los que tienen una piel normal (ni seca ni grasa) están de suerte. Cualquier protector solar es válido para tu tipo de piel. Puedes elegir el que prefieras, ya sea seguro para los arrecifes, mineral o químico (hablaremos de ello más adelante).

En el caso de las pieles grasas, deberás asegurarte de adquirir un protector solar que no sea graso. The Healthy sugiere encontrar un protector solar con "ensulizol como bloqueador de UVB, ya que es el menos graso". También puedes considerar un protector solar mineral en polvo para evitar la grasa.

Para las pieles secas, prueba una combinación de protector solar y crema hidratante. Otra opción es encontrar protectores solares con emolientes calmantes, que según Healthline, "recubren tu piel con una fina película aceitosa que sella el agua de tu piel", manteniendo así tu piel hidratada.

Y luego está la piel propensa al acné. No temas, hay una protección SPF para ti. Busca un protector solar hidratante y ligero que sea "no comedogénico", que es una palabra elegante para decir que "no obstruirá tus poros ni causará acné".

Si tiene una piel especialmente sensible, puede incluso buscar la sombra durante el punto álgido del día. Elegir ropa protectora para minimizar la cantidad de piel que se expone al sol también es una buena idea. Muchas tiendas de ropa de exterior ofrecen un factor de protección ultravioleta (UPF) incorporado que bloquea tanto los rayos UVA como los UVB.

Y si tiene antecedentes de cáncer de piel, o puede tener un alto riesgo de padecerlo, lo mejor es evitar el exceso de exposición al sol. Pero en el caso de que te encuentres bajo la luz del sol, la Fundación del Cáncer de Piel sugiere que el FPS 50 puede no ser suficiente protección. Consulte a su médico sobre qué protección puede ser la adecuada para usted.